Informalismo
Aunque se ha utilizado con frecuencia como cajón de sastre donde incluir las más variadas tendencias, el pleno informalismo se introdujo en España a mediados de la década de 1950 de la mano de Juan Eduardo Cirlot y de los textos traducidos de Michel Tapié. Se pueden localizar dos focos artísticos: Madrid, con un predominio del informalismo expresionista, y Cataluña, donde la mancha, las texturas, el relieve y los nuevos materiales darán lugar al desarrollo del informalismo matérico. En el núcleo madrileño se puede incluir la obra de artistas como, los miembros del grupo de Cuenca (Fernando Zóbel, César Manrique, Alberto Greco, Lucio Muñoz y algunos integrantes del grupo El Paso (Antonio Saura y Manuel Millares). En Cataluña destaca la figura de Antoni Tàpies.
En 1951 el crítico de arte Michel Tapié presentó en Francia varias exposiciones que fueron dando forma al nuevo movimiento artístico. Por un lado organizó la muestra Vehemencias confrontadas, en la que mezcló obras de artistas franceses, italianos, americanos y canadienses con el fin de ofrecer las tendencias extremas de la pintura no figurativa.
Los informalistas, que huyen del arte figurativo para entrar en el abstraccionismo (Arte abstracto), buscan la autenticidad de la pintura, del puro acto de pintar, esto es, la caligrafía, las formas, la mancha y las texturas, huyendo de todo lo referente a la forma, a la voluntad formativa ,y a la estructuración racional. En definitiva, la expresión del mundo interior del artista.
Se han buscado diferentes influencias para justificar su estética, todas ellas discutidas y discutibles, desde el automatismo surrealista hasta el nihilismo dadaísta. Lo que sí es claro y aceptado por todos es que el informalismo es un término que unifica en su misma imprecisión a unos autores preocupados por explorar la materia, incorporando el valor de la textura, abordando tanto las posibilidades expresivas de los graffiti como el grattage o el Action Painting.
Alberto Greco (1931-1965)
Su exposición en 1964 en la recién inaugurada Galería Juan Modó fue un acontecimiento artístico y social que hizo derramar ríos de tinta y mereció encendidos elogios de críticos y escritores como Moreno Galván, José Hierro o Francisco Nieva.
Tras el éxito de su exposición madrileña, Alberto Greco volvió a Buenos Aires y organizó un multitudinario espectáculo Vivo-Dito. Seguidamente viajo a los Estados Unidos y residió algunos meses en Nueva York; allí entró en relación con los artistas pop y realizó un original Vivo-Dito en
De vuelta a España, y tras unos tormentoso verano en Ibiza, Alberto Greco se suicido en Barcelona en septiembre de 1965.
César Manrique (1920-1992)
Lucio Muñoz
Pintor español nacido en Madrid. Durante una temporada trabajó en el comercio de su padre. Más tarde estudió en
Su obra, inscrita dentro del informalismo durante la década de 1950, se decantó hacia la abstracción a su regreso a España. Ya en Madrid expuso en la galería Fernando Fe, fundada por César Manrique como referente de las vanguardias. Preocupado por las cuestiones matéricas, Lucio Muñoz comenzó a utilizar materiales de la más variada naturaleza, como papeles quemados y madera, entre otros. El soporte va a ser esencial pues sobre él perfora, rasga, realiza incisiones, aproximándose de esta forma al informalismo. Sus obras, coloristas en su mayoría aunque con cierto predominio del negro, son un exponente del informalismo más puro. Después de cultivar el grabado durante un par de años, su pintura se vuelve menos agresiva debido al tipo de materiales que utiliza.
En 1962 realizó la decoración del ábside de la basílica de Aránzazu en Oñate, Guipúzcoa. En 1983 obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1989 el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid inauguró una exposición antológica de su obra que recorrió varias ciudades de España,llamada Obra en Papel.
Grupo “El Paso” (arte)
El grupo estaba compuesto por los pintores Rafael Canogar, Luis Feito, Juana Francés, Manuel Millares, Manuel Rivera, Antonio Saura, Juan Serrano y Manuel Viola y el escultor Martín Chirino. Rafael Canogar (Toledo, 1935) se consagró en el seno del informalismo hasta que, a mediados de la década de 1960, inclinó su pintura hacia lo figurativo, con una fuerte carga crítica y de denuncia política para más tarde volver a la abstracción. La obra de Luis Feito (Madrid, 1929) se caracteriza por la elevada densidad plástica de sus colores plomizos. Manuel Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1926-Madrid, 1972) abandonó la figuración tras su incorporación al grupo, atraído por el expresionismo abstracto. En sus obras entremezcla diversos materiales ásperos (telas de saco y arpilleras) cubiertos de pintura gruesa, blanca o negra, acompañada de algún grafismo. Antonio Saura (Huesca, 1930-Cuenca, 1998) inició su carrera en el surrealismo y el expresionismo hasta que a mediados de la década de 1950 radicalizó su pintura, utilizando la gama de grises para crear deformaciones de la figura humana. Manuel Viola (Zaragoza, 1919-El Escorial, Madrid, 1987) practicó el expresionismo abstracto en telas de color oscuro sobre las que aplicaba brochazos de vibrante colorido con abundante pasta y una pincelada suelta y dinámica.
Manuel Millares (1926-1972), pintor español nacido en Las Palmas de Gran Canaria. Su estancia en Lanzarote, durante
Participa en la creación del grupo El Paso, que influiría de forma decisiva en la difusión del informalismo español o abstracción expresiva. El viaje que realiza al Sahara en el año 1969, cuyo ambiente le influye en su concepción de la pintura, da como resultado un predominio del blanco de la arena especialmente. A esta fase le sigue otra titulada Antropofaunas y Neardentalios, serie compuesta por seres metamorfoseados y convertidos en fantásticos.
Millares crea superficies pictóricas, de volúmenes casi escultóricos, que provocan en el espectador una intensa reacción emocional. Su obra, dentro del más puro informalismo, se exhibe en numerosos museos de todo el mundo como el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA),
Antoni Tàpies
Tàpies inicia su trayectoria artística en el año 1945, tras abandonar sus estudios de derecho y después de una convalecencia por una enfermedad pulmonar que le posibilita el reposo físico y psíquico necesario para el estudio y la reflexión intelectual. Es entonces cuando se acerca a la obras de filósofos como Friedrich Nietzsche, Miguel de Unamuno y Arthur Schopenhauer, poetas como Edgar Allan Poe, músicos como Richard Wagner o Robert Schumann, y artistas como Vincent van Gogh o la época surrealista de Pablo Picasso. Poco después descubriría a Jean Paul Sartre, cuyo existencialismo marcaría su trayectoria vital y artística.
En 1951, Tàpies inicia una evolución individual, optando por una línea informalista, abstracta, basada en las investigaciones sobre la materia pictórica como medio expresivo artístico: impone como valor total la materia frente a la forma. De ahí que su obra sea exponente de primer orden de la corriente matérica informalista. A lo largo de su trayectoria utiliza diversos procedimientos. En el collage mezcla elementos heterogéneos con la pasta pictórica aplicada directamente del tubo en forma de empastes gruesos y granulosos, sobre los que realiza huellas, incisiones, surcos y grietas, con los dedos y otros medios. Otras veces usa el grattage, que consiste en el rascado o rayado de superficies como cartón. El objetivo final es una pintura de relieves, orográfica, recreándose en la presentación de texturas rugosas, porosas o granulosas (matéricas en definitiva) que contrastan con superficies lisas, como se observa en su obra Blanco craquelado (1956). A partir de 1953 hace uso de la técnica denominada mixtura, consistente en la mezcla de pintura al óleo con polvo de mármol, cuya finalidad es, de nuevo, resaltar el carácter matérico de la obra, como en Negro con mancha roja (1954). Otras veces emplea el encolado de superficies.
En sus obras se repiten una serie de signos e imágenes que pertenecen al universo simbólico e interior del artista, con claras alusiones al universo, la vida, la muerte o la sexualidad. Entre ellos aparecen en sus composiciones figuras geométricas, más o menos difuminadas o distorsionadas, como el óvalo (Óvalo blanco, 1957), el círculo, el cuadrado (Puerta gris, hacia 1958), más tarde el triángulo (Forma triangular sobre gris, 1961); signos como la cruz, constante a lo largo de su carrera, que puede ser griega, latina, en aspa (Gran equis, 1962), en forma de T, ésta última asociada a la inicial de su apellido; números, letras, entre otros. En este sentido cabe citar Materia negra sobre saco (1960) y Cuerdas entrecruzadas sobre madera (1960). A partir de 1962 comienza una etapa en la que se produce la integración en la obra de objetos cotidianos como cuerdas, platos (Montón de platos, 1970), paja, junto a signos antropomórficos (pie, mano, dedos), como se observa en Blanco con pisadas, que denota un interés por plasmar la huella y presencia humana en sus obras; también aparecen temas y símbolos de carácter sexual (órganos sexuales masculinos y femeninos, paja, mantas, cama...) como en Paja sobre tela. Su gama cromática ha oscilado entre el monocromatismo y colorido neutro con predominio de grises, negros, blancos y ocres y la inclusión de un colorido más vivo, con rojos, naranjas, rosas, amarillos y azules.
Tàpies ha sido considerado precursor del arte povera. Desde la década de 1950 su obra ha gozado de reconocimiento internacional, reflejado en el hecho de la organización de exposiciones sobre su obra por parte de grandes museos y galerías de arte del mundo entero. En 1958 recibió el Premio Carnegie y en 1967 el de
Fernando Zóbel (1924-1984)
ELENA SÁNCHEZ GARCÍA
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